Así llegó Mouras a Dodge en el Turismo Carretera

En el relato exclusivo de Jorge Pedersoli a SoloTC, la génesis de esta historia tiene espacio y tiempo: la sede de la ACTC en agosto de 1980. En una concurrida asamblea extraordinaria en la que en el orden del día  figuraba un ítem clave: la homologación de los block “gordos” o “pesados” para Dodge.

“Yo sabía que Oscar Aventin iba a proponer homologar ese block para Dodge que usaban las camionetas y estaban reforzados en partes vitales. Entonces, previamente los cité al taller a Juan Ayarza Garré y al Colorado Occhionero (a quienes les preparaba motores) para decirles que bajo cualquier condición se nieguen a que aprueben ese block y que busquen sacar una ventaja para los Chevrolet”, relató el preparador.

Llegó la noche y empezaron a debatir sobre el block pesado. Entonces habló Pedersoli. “Les di mi opinión, que con los otros block podían ganar igual. Pero después se levantó el Colorado Occhionero y dijo: ‘Yo lo apruebo porque a mí me ganan por confiabilidad y no por velocidad’. Ahí saltó Ayarza Garré, dijo lo mismo y agregó: ‘Pero no se olviden que hay que darle algo a los Torino’”.

Pedersoli volaba de la bronca: “Yo me agarré una calentura bárbara. Al otro día lo llamé a Omar Wilke y le dije: ‘Vamos a hacer un Dodge y les vamos a romper el c…’. Y él me preguntó: ‘¿A quién?’. ‘Qué se yo a quien, pero vamos a hacer un Dodge. ¿Le armamos uno a Mouras?”.

Tres títulos consecutivos

Roberto Mouras, que por entonces tenía un concesionario Dodge-Volkswagen y hacía 1 año estaba sin correr en el Turismo Carretera, aceptó sin pensar mucho la propuesta de la dupla Pedersoli-Wilke con la que ya había tenido una excelente experiencia con Chevrolet.

“Omar Pisano (Oli) buscó un auto y trajo uno que no valdría ni 6000 pesos de hoy… El tapizado estaba lleno de piojos porque el tipo lo usaba de gallinero. Encima en esa época se corría con tapizado, vidrios y levanta cristales originales. No sabés lo que era armar esos coches. ¡Y lo que era el motor! ¡Una basura! Fue un capricho, me fui muy enojado y me propuse ganarles con lo que ellos habían votado… Y el resultado ya lo conocen… los matamos…”.

Sí, la historia es conocida: Mouras se convirtió en el piloto que más títulos le dio a Dodge. Conquistó en forma consecutiva los campeonatos de 1983, 1984 y 1985. Y ganó el 44% de las carreras disputadas en esos 3 años. También obtuvo el polémico mini torneo Lizeviche-Galíndez de 1981 que la ACTC no contabiliza como campeonato oficial de Turismo Carretera.

27 de las 50 victorias que logró Mouras en el Turismo Carretera fueron con Dodge.

En 1984 estuvo a 1 paso de igualar el récord vigente de 6 triunfos consecutivos que logró con el 7 de Oro… Las estadísticas son contundentes. Y esa contundencia tuvo sus consecuencias: sorpresivamente Mouras decidió dejar este auto imbatible para volver a correr con Chevrolet en 1986.

“No sé qué le habrán dicho (los dirigentes) a Mouras, pero a mí me dijeron que si llevaba el Dodge a alguna carrera me lo quemaban en el camino…Y así terminó la película La amenaza”, contó sonriente Pedersoli, quien junto a Wilke apuntalaron técnicamente a Mouras en sus pasajes más exitosos dentro del Turismo Carretera.