Raúl Saley: “Realmente al TC nunca lo abandoné 100%”
Raúl Saley se sumó al equipo de Mauro Giallombardo para trabajar en el Ford que conduce Nicolás Meichtri en el TC Pista Mouras. El ingeniero mecánico, con experiencia en el Turismo Carretera, sostiene que cada época tiene su desafío y su encanto.
Él se autodefine como de “la vieja época”. Con 66 años, y 40 de ellos dedicados a los autos de competición, Raúl Saley tiene una vida en el automovilismo deportivo. En el Turismo Carretera trabajó con Guillermo Ortelli, Gabriel Ponce de León, Juan Pablo Gianini y Luis José Di Palma, entre otros. También lo hizo con pilotos de TC Pista y TC Mouras. Hace unos meses, el ingeniero de Colón retornó a la órbita de la ACTC junto con el equipo de Mauro Giallombardo, para trabajar en el Ford que conduce Nicolás Meichtri en el TC Pista Mouras. Con quien lograron el 2° puesto en la última fecha de la categoría.
“Realmente al TC nunca lo abandoné 100% porque lo seguí asesorando a Gabriel Ponce de León, dándole una mano a Mariano (Ponce de León). Es más, a principio de año estuve en La Plata y en Buenos Aires”, le dijo Saley a SoloTC. Su última participación full time había sido con Ortelli, cuando atendió la Chevy del saltense en las primeras 3 fechas de la temporada 2007.
Luego de trabajar con Maximiliano López en el TC Pista, Saley fue invitado por Federico Raffo para retornar a las categorías teceísta sumándose a su equipo de trabajo en la Escudería G129. “A ‘Fede’ lo conozco desde que nació. El padre de él fue mi primer jefe en Wheelwright (Santa Fe). Siempre estuvimos en contacto con él también”, agregó el ingeniero mecánico recibido en la Universidad Nacional de La Plata.
La actualidad técnica del automovilismo argentino es muy diferente a la que lo formó profesionalmente. Hoy los desarrollos son limitados. “El trabajo del ingeniero está en la habilidad de congeniar con el piloto y descubrir el estado de la pista del momento. Ese es el secreto de hoy. No hay manera de cambiar mucho, hay un camino bastante similar”, aseguró.
La estandarización en la que cayó el automovilismo nacional en general, con algunas excepciones a la regla, significa un dolor para los técnicos. “Para nosotros es un retroceso. Antes eran años de desarrollos de cosas. Hoy es complicado para los más grandes porque se encuentra rápido el caminito porque son una serie de tips los que hay que tocar. Ahora es atención en la pista”, expresó Saley.
Al momento de analizar la actualidad técnica, entiende que los cambios realizados son soluciones de compromiso. “Al liberarlo tenés la ventaja en los equipos poderosos, con más dinero, para que hagan la diferencia. Acotado como ahora, técnicamente se nivela para abajo y deportivamente para arriba porque lo emparejás mucho. Todos tienen las mismas armas. El resultado está a la vista, el TC no falló nunca”, afirmó.
Como en toda época, el piloto tiene una importancia destacada en el resultado final. “Al no haber tanto análisis técnico, es muy importante el trabajo con el piloto. Por eso termina siendo siempre piloto dependiente porque la ingeniería es perfecta, pero, por suerte, la maneja un humano”, dijo Raúl, que trabajó como ingeniero de pista en equipos TC2000, Top Race, TN, Fórmula 3 Sudamericana, Fórmula Renault y Stock Car Brasil, entre otras..
Al respecto, agregó: “El piloto siempre es clave porque campeón no sale nadie que sea malo. Hay un grupito de élite que son los que entienden que no es solamente un deporte, que es mucho más. A los pilotos les digo siempre que tienen que aprender mucho y que los que llegan son los 100% profesionales”. Sabedor de que volver a la época del desarrollo, tanto en el país como en el exterior, es imposible en la actualidad, Saley entiende que cada época tiene su desafío y su encanto.