Historia

El histórico triunfo del Pato Di Palma con el Torino del Loco

El 11 de mayo de 2003, Patricio Di Palma ganó con el Torino que había empezado a construir su papá. El recuerdo de esa histórica gesta, por sus protagonistas.

El 11 de mayo de 2003 fue uno de esos pocos días donde todos los amantes del Turismo Carretera se marcharon de un autódromo con un gesto de felicidad. Es que en aquél domingo soleado en Buenos Aires se produjo un acontecimiento que tuvo mucho de histórico y no menos de emotivo: un Torino volvió a ganar en la categoría luego de 28 años de sequía.  Y para que la gesta fuera aún más significativa, el encargado de conseguirla fue Patricio Di Palma con un Torino que había comenzado a armar en forma artesanal su padre Rubén Luis poco tiempo antes de morir en septiembre del 2000.

Por eso los hinchas de Ford, Chevrolet, Dodge y -por supuesto- Torino, festejaron esa victoria casi como propia y el paso del auto rojo fue saludado con aplausos y gritos por todas las tribunas del trazado porteño sin distinción de marcas ni banderas.

Para Patricio la carrera de Buenos Aires no era una más. En definitiva allí había obtenido su primer éxito junto a Emilio Satriano en las “2 Horas de Buenos Aires” en 1996. Pero su mayor deseo era ganar con el coche creado por su padre. Unos días antes de esa competencia probó el auto en una ruta de Arrecifes con una nueva tapa de cilindros diseñada por Norberto Salpietro.

“Desde ese momento tuve el presentimiento de que íbamos a conseguir un buen resultado”, recordó el Pato en una charla con SoloTC. El viernes llegó temprano a su box para no perder detalles de los últimos retoques que había que hacerle al Toro. En las pruebas de clasificación terminó 5º mostrando la competitividad del auto.

Tribuna TC
Los hinchas de Chevrolet saludan el paso del Toro ganador. (J. Marchesin)

El domingo el Pato Di Palma largó la serie peleando mano a mano con el Torino de Ariel Pacho (2º en la clasificación detrás del poleman Ernesto Bessone), a quien venció asegurándose el lugar de privilegio en la Final por ser la selectiva más rápida. “Fui clasificando las 6 vueltas porque quería largar primero, eso era vital”, contó.

En carrera tomó rápidamente la punta seguido por Henry Martin (Ford). Pero el Toro, que ya había hecho una clara diferencia en los primeros 3 giros, comenzó a sufrir una ida de cola y terminó cediendo el liderazgo a manos del sanjuanino.

“Mi auto funcionó muy bien durante todo el fin de semana. En la carrera largué detrás del Pato pero logré superarlo y hacerle una diferencia tranquilizadora. Pero a las pocas vueltas salió el auto de seguridad por un accidente de Daniel Cingolani en la Horquilla y desde allí comenzamos a pelear mano a mano con Patricio”, rememoró Henry.

Esa circunstancia provocó que la carrera sea aún más dramática y emocionante. Ambos corredores arriesgaron y manejaron al límite de sus posibilidades y las de sus máquinas sabiendo que había mucho en juego. Tanto fue así que la punta cambió de dueño en 3 oportunidades.

Cuando ingresaron en la última vuelta, ambos vehículos salieron a la par, pero una gran maniobra del Pato en la “S” del Ciervo comenzó a sentenciar la Final. “La hizo bien, pero yo también le di lugar para que su auto entre, y cuando transitábamos por la chicana de Ascari frenó antes de la salida, nos tocamos y nos fuimos al pasto. Él siguió, pero yo me quedé con las manos vacías.  Fue una de esas carreras donde dije: ¡Pucha, qué lindo hubiera sido salir 2º!”, confesó Martin.

Torino de Pato Di Palma en 2003.
Patricio logró 2 victorias con este Torino, en 2003 y 2004. (Foto: J. Marchesin)

El destino le hizo un guiño a Patricio Di Palma y ya nada se interpuso entre su Torino y la bandera a cuadros. “Lo primero que se me cruzó por la cabeza era imaginar la felicidad que tendría el Viejo en ese momento”, decía con lágrimas en los ojos. El sueño había dejado de serlo para convertirse en realidad, el Toro rojo gestado por su padre se convertía en leyenda.

“Fue un día muy especial por todo lo que significa ese auto para toda nuestra familia. Creo que, de alguna manera, nos dimos cuenta después de esa victoria que Rubén Luis estaba muerto. Pero estoy convencida que ese domingo él lo ayudó a Patricio a ganar esa carrera. Ese día todos mis hijos entendieron que su papá ya no estaba más”, recordó María Cayetana, esposa del Loco y mamá de Patricio, Marcos, Luis José y Andrea.

Lo que siguió allí fue pura conmoción y sentimiento. Las lágrimas derramadas por el Pato se multiplicaron en miles de rostros que comprendieron que allí se había producido un hecho que iba más allá de lo estrictamente deportivo. Las más de 40 mil personas que coparon el escenario porteño acompañaron el festejo con un “se ve, se siente, el Viejo está presente”.  

Al podio se sumaron Marcos, Luis José y Andrea, los cuatro hermanos Di Palma que le rindieron el merecido tributo al Loco. “Lo mejor de ese fin de semana fue el recibimiento que le hicimos a Patricio en Arrecifes. Lo esperamos en la estación de servicio ubicada en la intersección de la Ruta N° 8 y N° 191. Allí se juntó una cantidad impresionante de gente y terminamos la caravana en la municipalidad de la ciudad. Fue un triunfo de todo el pueblo y el último homenaje que mi papá merecía”, reveló el Jose.

Pasaron 18 años y pasarán muchos más, pero ese domingo soleado quedará en la retina de los amantes del automovilismo, como el día en que el Viejo Di Palma manejó su Torino por última vez…

El Toro sigue en Arrecifes

Patricio estrenó el Torino el 29 de octubre de 2000, durante la 15ª fecha del TC en 9 de Julio. Recién 3 temporadas más tarde logró la ansiada victoria en el “Gálvez”. Repitió nuevamente en el autódromo de Buenos Aires el 26 de septiembre de 2004. En 2005 estrenó un auto 0km. El emblemático Toro rojo hoy está íntegro en el hangar de la casa familiar.

Torino Di Palma
El Toro en el hangar familiar de los Di Palma. (Patricio Di Palma)

El año pasado, el Pato se propuso restaurarlo y armar el motor Cherokee. En enero de este 2021 lo puso en marcha y fue a dar una vuelta por Arrecifes. “No lo tengo para nada en especial, es una promesa que le hice a mi hija. El Toro está impecable. La idea es exhibirlo donde quieran, si es para una causa benéfica, mucho mejor”, le dijo el Pato a este medio.

Extracto de una nota publicada en la edición N° 66 de SoloTC en 2008.

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