La última victoria de Patita Minervino en TC
Luis Minervino tuvo un vínculo especial con el autódromo porteño. Allí debutó como ganador y logró su última victoria. “En esa época servía mucho ganar en Buenos Aires”, le dijo a SoloTC.
Hay fechas que son imborrables en la memoria de una persona. Luis Minervino tiene grabada en la suya el 12 de julio de 1998, día de su último triunfo en el Turismo Carretera. Patita, quien representó durante 18 años a Chevrolet en la “máxima”, recordó junto a SoloTC aquel suceso en el autódromo de Buenos Aires.
“Fue una muy linda carrera, la luché bastante con Tito Urretavizcaya, quien me la peleó al principio y después con (Guillermo) Ortelli, quien se me venía encima”, rememora junto con STC, aquella carrera, la 9ª de la temporada, donde el podio fue completo para Chevrolet ya que el saltense finalizó 2º y Fabián Acuña, 3º.
El autódromo de Buenos Aires y Minervino tuvieron una relación especial. No solo fue el escenario en el cual el chacabuquense rindió satisfactoriamente la prueba de suficiencia que por entonces había que hacer para debutar en el TC en 1988, en su caso proveniente de la Fórmula Entrecor, sino que allí logró 5 de sus 9 victorias en la categoría.
“Buenos Aires siempre me cayó bien. Pude ganar mi primera carrera en 1990, después de pelear con Mouras. Era un lugar que me gustaba y en el que siempre me iba bien. En ese momento del TC, servía mucho ganar ahí. Era la vidriera, el lugar en donde había que ganar”, asegura Patita quien sumó 253 competencias en el Turismo Carretera.
A base de mucho esfuerzo, Minervino fue protagonista destacado en el último lustro de los ’90. Subcampeón en 1995 y 1996, y 3º en 1997, Patita apostó por hacer un auto nuevo para ir en busca del ansiado título. Sin embargo, el estreno de la Chevy no trajo los resultados esperados y las ilusiones se esfumaron.
“En el ’97 le paso ‘La Diabla’ a Ortelli y nosotros construimos un auto nuevo. Pero nos llevó un par de carreras hacerlo andar porque tenía el diferencial torcido. En el ‘98 arranqué un poco enredado y la cosa se complicó, pero pude ganar esa carrera que fue muy buena”, nos relata el preparador bonaerense, que en 2020 volvió a trabajar como motorista junto a Juan José Ebarlín.
En Buenos Aires, Minervino logró el 55% de sus triunfos. Sin saberlo, aquel domingo 12 de julio de 1998 subió por última vez al escalón más alto del podio. Su trayectoria como piloto se extendió hasta 2006, aunque con presentaciones esporádicas sobre el final.
“Costaba mucho esfuerzo. Siempre hago el bendito chiste de que había 2 Minervino: el que corría, que eran 45 minutos, y el otro que estaba 30 días laburando para que el primero corra. A mí me gustaba más el segundo, el que armaba el auto, que buscaba la publicidad, el que la luchaba. Porque ganar dura un ratito, nada”, concluye Patita, resumiendo el espíritu que siempre lo caracterizó: la lucha.