Matías Canapino: “Quería dedicarle una victoria a mi viejo”
“Lograrlo fue como un desahogo”, le dijo el último ganador del TC Pista a SoloTC sobre su triunfo en San Luis. Además, contó cómo trabaja con su hermano Agustín y qué consejos recibe del Titán. “Siempre me dice que vaya tranquilo y que piense”, reveló.
“Todavía me emociona cuando recuerdo lo que pasó el domingo”, le dijo Matías Canapino (21 años) a SoloTC cuando ya habían pasado 48 horas de su 1ª victoria en el TC Pista. Pero la emoción no solo se debía al triunfo conseguido en el autódromo de San Luis, donde se realizó la 12ª fecha, sino a todo lo que rodeó ese anhelado logro.
Seguramente muchas veces el joven arrecifeño habrá soñado festejar su 1º éxito en el automovilismo nacional junto a Alberto Canapino, su padre, y su hermano Agustín Canapino. La sorpresiva muerte del exitoso preparador, el pasado 15 de febrero, como consecuencia del COVID-19, le quitó esa posibilidad.
Finalmente, la 1ª victoria estuvo signada por la emoción que generó esa ausencia siempre difícil de asimilar para cualquier hijo. Ese primer gran festejo, además, le permitió a Matías saldar una especie de deuda pendiente consigo mismo. Y no era ganar por 1ª vez en el automovilismo nacional, ya que según Canapino, no se sentía presionado para completar ese casillero.
“Quería dedicarle una victoria a mi viejo. Y lograrlo fue como un desahogo, muy emocionante”, indicó el piloto de Chevrolet, que aseguró que no le pesa el apellido. “Al revés: lo disfruto. Cuando empecé a correr, por ahí me pesaba un poco. Pero maduré y lo llevo con mucho honor y orgullo, por lo que significan mi hermano y mi viejo”, agregó.
Las enseñanzas de Agustín y Alberto
Antes de que Matías Canapino largara la Final de TC Pista en el “Rosendo Hernández” desde la 3ª posición, recibió de Agustín el consejo habitual. “Siempre me dice que vaya tranquilo y que piense. En el TC Pista si uno corre con la cabeza puede avanzar mucho porque siempre se va al límite y al roce. Y así fue: corrí con la cabeza para tomar las mejores decisiones”, contó el piloto del Sportteam Competición.
Matías confesó que comparte con el Titán la filosofía de ir siempre de menos a más. “Porque si uno llega a un circuito y la 1ª vez quiere hacer a fondo una curva rápida, muchas veces es para cagadas”, graficó quien justamente ganó en un trazado que no conocía. “Es una filosofía que me inculcó mi viejo desde que empecé a correr”, añadió.
De su padre, Matías también destacó “los métodos de trabajo que me enseñó. Él tenía una metodología que lo llevaba a realizar un análisis crítico de todas las cosas, desde el manejo hasta las decisiones técnicas”. El menor de los Canapino se ve reflejado en ese espejo de no ser conformista. “Soy totalmente exigente conmigo mismo”, aseveró.
“Una emoción enorme. A partir de hoy entiendo un poco a Papá, que se emocionaba tanto viéndonos. (Matías) logró su 1º triunfo a base de talento, sacrificio y pasión. Nadie le regaló nada; todo lo contrario. Y encima es una gran persona, que es lo verdaderamente importante en esta vida. Papá (está) mega orgulloso de vos, esté donde esté”. Agustín Canapino
Matías y el trabajo con el Titán
El Chevrolet de Turismo Carretera de Agustín Canapino lo atiende la Squadra Canapino en Arrecifes. La Chevy de TC Pista de Matías Canapino está en Nueve de Julio, en el taller del Sportteam Competición. Entre ambas localidades bonaerenses (y los autódromos, claro está) transcurre la vida del último ganador del TCP.
“Gran parte de la semana estoy en el taller de Arrecifes. Siempre estoy dándole una mano a los chicos en la parte organizativa y en cualquier cosa que se necesite. Y viajo todas las semanas a Nueve de Julio para seguir los trabajos en mi auto. Me formé en un taller así que disfruto estar ahí y aprender todos los días”, le dijo Matías a este medio.
En los autódromos, los Canapino trabajan cada uno con su equipo. “Cuando necesitamos algo en el aspecto técnico la consulta es con Guillermo Cruzzetti. Agus me ayuda desde la radio. Yo le cuento mis sensaciones con el auto y él sugiere qué cambios podemos hacer porque tiene mucha experiencia en el set up ‘finito’ de estos coches, cuando ya estás en la pista”, manifestó.
Al igual que el Titán, Matías posee la inquietud natural por absorber conocimientos técnicos relacionados a los autos de carrera. Por ejemplo, él mismo -junto a 2 mecánicos- realiza la alineación de su Chevrolet. Y también arma, con la asistencia de Fabio Di Palma, un motor multiválvulas Ford que pertenece a Guillermo Cruzzetti.
“Ahora está en reparación. Pronto estará listo para volver a alquilarlo en el TC Pick Up”, señaló en alusión al impulsor que utilizó Pedro Boero (Toyota Hilux) en las 3 primeras fechas de este año. Consultado sobre si le atraía más trabajar sobre el chasis o sobre el motor, Matías no dudó: “Las 2 cosas me gustan. Las 2 cosas son importantes”.