Historia

Martínez Boero: un ídolo sin banderas

La historia de Jorge Martínez Boero, campeón con Ford en 1982, pero respetado también por los hinchas de Chevrolet y Dodge, las otras 2 marcas con las que corrió en el Turismo Carretera.

A Jorge Martínez Boero todos le decían el Gaucho. Un apodo por demás curioso porque él había nacido en Capital Federal. Vivió unos años en La Plata a donde se mudó para estudiar medicina. Ahí se hizo fanático de Estudiantes.

Sin embargo abandonó la ciudad de las diagonales por su otra gran pasión: el automovilismo. Se mudó a un pueblito llamado América, a menos de 200 kilómetros de Bolívar, en la provincia de Buenos Aires.

Debutó en el Turismo Carretera a bordo de un Chevrolet, el 17 de septiembre de 1967 en la Vuelta de Olavarría. Finalizó 10º. Un año después de su debut se incorporó como semioficial al equipo de la Comisión de Concesionarios con un Chevrolet 400 atendido por Jorge Pedersoli y Omar Wilke.

En 1974, ya afianzado en la estructura como corredor oficial, logró pelear el campeonato hasta el final. Ese año logró sus 2 primeras victorias en las Vueltas de Laboulaye y Bragado. Quedó 3º en el certamen detrás de Héctor Gradassi y Juan María Traverso, la dupla oficial del equipo Ford.

Martínez Boero Ford
Martínez Boero, en la Vuelta de Tandil del ‘83, a bordo del Ford con el “1” pintado en sus puertas. (Foto: Armando Contreras)

El fallecimiento de su hija Paula lo alejó de las pistas durante algunos años. Hasta que entrada la década del ’80 recibió el ofrecimiento del Quilmes Automóvil Club para subirse a un Ford. Su año consagratorio fue en 1982 con el Falcon armado por Mario Di Pietro y Roberto Monllor, motores y asesoramiento de José Miguel Herceg.

El Gaucho logró 5 victorias durante ese campeonato (Tandil, Olavarría, Buenos Aires y 2 veces en San Miguel del Monte) y peleó el título con Oscar Aventin y Emilio Satriano. Se consagró campeón con 67 puntos de diferencia sobre el Puma. Ese año lo había comenzado con el número 100 y al siguiente pintó el 1…

Volvió a pelear el campeonato en 1983: fue subcampeón detrás de su amigo Roberto Mouras. En el ’84 quedó 3º detrás de los Dodge de Mouras y Oscar Castellano. En pleno auge de los Dodge en el Turismo Carretera (ganaron 6 títulos consecutivos entre 1983 y 1988), el Gaucho cambió de marca. La Vuelta de 25 de mayo en el ’85 marcó su final en la “máxima”.

En total disputó 180 carreras: ganó 10 (2 con Chevrolet y 8 con Ford), además sumó 16 segundos puestos y 14 terceros. Es uno de los pocos pilotos en la historia del TC que fue querido sin reproches por los hinchas de las 3 marcas en las que compitió. Ese fue el premio más preciado que se llevó.

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