El Forte Sport suma una Amarok al TC Pick Up
Leonardo Forte, dueño del Forte Sport, adquirió una Amarok para el TC Pick Up que comenzará pilotando pero que también estará disponible para alquilar. Además se desprendió del Dodge de Cristian Di Scala, que fue adquirido por el Pradecon Racing.
Sigue en plan de expansión el Forte Sport y Leonardo Forte, su propietario, compró una VW Amarok para el TC Pick Up que él mismo pilotará, además de alquilarla a quien lo solicite. Pero también le vendió al Pradecon Racing el Dodge de TC que usó Cristian Di Scala en 2 carreras y que podría ser para Otto Fritzler en 2024.
“Compramos una Amarok, es la 1ª TC Pick Up de mi propiedad y vengo atendiendo otras 2 desde hace años. Desarrollé la 1ª Amarok de la categoría en 2019, que la corrió (Luciano) Ventricelli, después hice la S10 de Christian Dose y tengo la Hilux de (Cristian) Di Scala. Ahora voy a hacer esta Amarok, que en principio la voy a correr yo, pero que también la voy a alquilar si aparece algún interesado”, le detalló Forte a SoloTC.
Leo dejó en claro que armará una camioneta con todo lo mejor que hay a disposición: “La Amarok que voy a armar va a ser full, con todo tipo TC, con lo último que hay, va a ser una camioneta espectacular. Si bien es para el año que viene, con suerte la podemos hacer debutar en Neuquén (NdR: por la 3ª fecha de la Copa Shell el 5 y 6 de noviembre)”.
“Tuvimos la mala suerte de que Di Scala tuvo un problema económico muy importante y se tuvo que bajar, pero lo teníamos a él en TC y en TC Pick Up. Ahora quedamos Facundo Ledesma y yo en el TC Pista Mouras, y tenemos 2 Falcon homologados para correr en el TC que están para alquilar”, le dijo Forte a SoloTC sobre cómo quedó conformada su estructura.
El Dodge de Di Scala, al Pradecon
Para cerrar, Leo confirmó la venta del Dodge que usó Di Scala al Pradecon Racing, que la destinaría a Otto Fritzler si la ACTC no le permite correr con un Camaro en 2024, situación que lo dejó con cierto sabor amargo: “El Pradecon se llevó un auto totalmente nuevo que habíamos hecho y al que no pudimos desarrollar ni disfrutar, porque lo terminamos contrarreloj. Solo pudimos ir a 2 carreras en las que el motor nos dejó a pata y nos dejó un sabor amargo que ese auto se haya ido del taller”.