Kevin Candela: “El camino al TC fue durísimo”
Kevin Candela charló con SoloTC sobre todo lo que implica haber logrado el título del TC Pista. “El sacrificio es doble porque nos cuesta muchísimo competir contra equipos y pilotos muy fuertes”, dijo el bragadense, que reveló que cuando recibió la bandera a cuadros no sabía si era o no campeón: “Fue una sensación horrible cruzar la meta con esa desesperación”.
Kevin Candela (29 años) empezó a trabajar por su sueño de llegar al Turismo Carretera el 6 de junio de 2010 en La Plata, cuando debutó en el TC Pista Mouras. Y concretó su anhelo casi 11 años después. “Es lo que vengo soñando desde chico. Llegar al TC es algo increíble para mí y para toda mi familia”, le dijo el campeón 2021 de TC Pista a SoloTC.
Ese recorrido estuvo pavimentado de tesón y sacrificio para la familia Candela. “El camino al TC fue durísimo. Mi papá (Enrique) tuvo que dejar de correr en Turismo Carretera para que yo pudiera seguir haciéndolo. Cuando arranqué en el TCPM, todos los pilotos ponían 6 gomas nuevas y nosotros solo 2… Yo nunca había puesto frenos nuevos hasta el año pasado, y así un montón de cosas”, recordó el bragadense.
El título de Kevin tiene el especial sabor de haberse forjado en una escuadra familiar que se ocupa de la atención integral del auto. “El sacrificio es doble porque hacemos todo nosotros y nos cuesta muchísimo competir contra equipos y pilotos muy fuertes. Somos apasionados del TC y todo lo que teníamos siempre lo apostamos a esto. Por eso, la alegría, la gratitud y la emoción también son dobles”, aseveró el campeón.
A lo largo de ese camino hacia el TC los Candela han pasado momentos muy duros económicamente, como cuando se les quemó el camión en plena cuarentena y habían dejado de pagar el seguro. Pero nunca se rindieron. “Hoy por suerte lo hemos logrado, pero muchas veces juntar el presupuesto se nos hizo muy difícil. Recuerdo que una vez hasta le pedí prestada la jubilación a mi abuela… Somos unos locos del automovilismo”, confesó el piloto de Ford.
“Fue una sensación horrible cruzar la meta con esa desesperación”
Kevin Candela (Ford) llegó a El Villicum ubicado 4º en la Copa de Plata, a 6 puntos del líder Matías Canapino (Chevrolet). “Viví el fin de semana muy tranquilo. Sentía en mi interior que todo iba a salir bien. Me había pasado lo mismo a mitad de año, cuando tenía un gran auto y no podía concretar. Aún en esos momentos sabía que iba a llegar a fin de año con buenas chances de ser campeón”, reveló.
Esa tranquilidad se alteró un poco cuando Santiago Álvarez (Dodge), uno de sus rivales directos, se quedó con la pole position. “Estaba un poco desilusionado, pero a la noche cambié el chip. Sabía que era difícil pero tenía que llegar delante de él en la serie”, dijo el bragadense. El toque entre Álvarez (fue excluido) y Elio Craparo (Ford) le dio esa posibilidad. “Sentí mucho alivio cuando la gané”, añadió.
La Final (y el título) fue un mano a mano con Lautaro de la Iglesia (Dodge) que se inclinó a favor de Candela en la 10ª vuelta, cuando saltó a la punta. Faltaban 5 giros y el Ford tenía “un grave problema de frenos, que hizo que Lautaro se me viniera”. En la última curva del giro final a Kevin se me movió la cola del auto y el neuquino lo aprovechó para meter la trompa.
“Le dejé el lugar porque si me cerraba por ahí nos tocábamos. Aposté a salir mejor acelerado por afuera”, argumentó Candela. La maniobra terminó con el final más ajustado en la historia del TC Pista (0s010), según el dato aportado por Sergio Tenaglia, y una incertidumbre angustiante para Candela. “Fue algo increíble. En ese momento grité ‘¡noooo!’. Empujé al auto con lo que no tenía y lo iba mirando a Lautaro…”, describió.
“Me dio la sensación de que llegué adelante por nada, pero no entendía nada porque el Race Pro se había tildado y por la radio eran todos gritos que no comprendía. Fue una sensación horrible cruzar la meta con esa desesperación. Me di cuenta que era campeón cuando me empezaron a saludar los colegas. Y ahí cambió todo”, contó Kevin.
Kevin y la receta de su éxito
El Ford de Kevin Candela es el penúltimo que corrió su papá en el TC. Con este mismo coche, el flamante campeón de TCP participó en el TC Mouras. “El auto siempre funcionó bien. Pero un problema con la bomba de nafta en La Plata, la rotura del motor en Buenos Aires y varios toques nos complicaron. Hasta que ganamos en San Juan. Ahí todo cambió y se nos empezaron a dar los resultados”, repasó.
Enrique Quique Candela es el responsable del chasis del Falcon campeón. “Nos entendemos muy bien con mi viejo. Hace años que venimos trabajando juntos, también con Mauricio, pero ahora él está más con los motores”, indicó Kevin en alusión a su hermano preparador.
A contramano de muchos de sus colegas, el menor de los Candela no es partidario de hacer muchos cambios en el coche. “Desde el año pasado venimos con la misma puesta a punto. No me gusta tocar nada cuando siento lógico al auto: trato de arreglármelas como puedo y ser yo el que mejore. Porque a estos coches, si lo tocás, los perdés muy fácil y es imposible recuperarlos”, explicó.
Esa filosofía de trabajo es la que el Candela Competición viene aplicando hace años. “Por eso no cambiamos un espiral en todo el año, salvo cuando ha llovido. Tenemos ‘soldados’ la puesta a punto y los espirales… Cuando nos faltó un poquito, fue por un error mío o porque me faltó a mí”, admitió Kevin sin falsa modestia.
La llegada de Kevin al TC
La familia Candela volverá a estar representada en el Turismo Carretera con un piloto, ya que como equipo regresó este año, con Facundo Della Motta (Torino). La anterior participación había sido la de Enrique, quien disputó su última carrera el 19 de mayo de 2013 en Termas de Río Hondo, con un Ford.
“Esperamos estar a la altura de las circunstancias el año que viene. No sé con qué marca voy a subir, todavía no hablé nada. Sabemos que los debutantes a veces deben cambiar de marca, pero a (Ayrton) Londero lo dejaron correr 1 año con Ford… Lo único que sé es que sí o sí vamos a estar en el TC”, le aseguró Kevin a este medio.