Nimo: “Quiero trascender a la persona con discapacidad y demostrar que se puede”
Juan María Nimo forjó, a partir del accidente que lo dejó sin movilidad en sus extremidades inferiores, una historia superadora. Junto al RUS MED Team propone generar un disparador para deportistas con discapacidad. Se sumará al TC Pista Mouras en las próximas fechas con un Chevrolet adaptado.
Apasionado por el deporte motor, el 15 de octubre de 2006, cuando tenía 18 años, Juan María Nimo sufrió un accidente cuando participaba en una competencia de motocross que le ocasionó una lesión medular a nivel torácico con parálisis en sus extremidades inferiores. Sin embargo, y desde entonces, el neuquino nunca dejó de buscar la superación, personal y para los demás. Hoy, a los 33 años, se prepara para volver, con un proyecto superador, a correr en el TC Pista Mouras.
“Todo lo que venimos haciendo con la gente que me acompaña es para cambiar la visión sobre la discapacidad en muchas personas. Sacar esa lastimosidad y esa adversidad que siempre se antepone. Eso es lo que no le permite a la persona con discapacidad hacer lo que realmente tiene ganas. Y el automovilismo tiene mucho que ver con los desafíos”, le afirma el Gatito a SoloTC.
Nimo no se conforma con solo correr, quiere, además, ser competitivo para transmitir su mensaje. “La actividad del discapacitado está muy ligada a que lo que hacés es un pasatiempo por lo que te pasó y así con eso poder transitar tu vida. Y no es así, uno busca esto por una cuestión deportiva, por tratar de ser profesional y porque ama lo que hace. Quiero, con buenos resultados, posicionarme y trascender a la persona con discapacidad. Demostrar que se puede”, agrega el patagónico.
Desde hace 6 años, y por un vínculo que le facilitó el recordado y querido Juan Marcos Angelini, Río Uruguay Seguros comenzó a apoyar a Nimo. Juntos, además de otros proyectos RSE en paralelo, llegaron al TCPM en la temporada 2018 con el equipo de Leandro Mulet, quien acompañó al neuquino desde su experiencia en el motociclismo.
Con la conformación del RUS MED Team en 2019, el proyecto recobró fuerza. “Se decidió hacer una pausa para reacomodar todas las cosas y analizar la primera experiencia que tuvimos. Se necesitaba de otro tiempo, de otra inversión, por eso se frenó y se trabajó para esto”, asegura quien acumula 13 presentación en la división menor de la ACTC.
Ante esta nueva posibilidad, se estima que para la 4ª fecha esté listo su Chevrolet, el “Gatito” se muestra entusiasmado. “En la parte técnica, en lo que respecta al armado del sistema, las ideas quizás son un poco más avanzadas porque va a estar sectorizado. Eso también nos permitirá probar diferentes elementos. Esa serie de adaptaciones terminan haciendo un auto completamente distinto”, afirma el piloto neuquino.
Precisamente, por el diferente manejo (todo centralizado en el volante), el comportamiento del auto no se asemeja a los demás. “El set up de la puesta a punto, especialmente en la parte aerodinámica, es todo nuevo a descubrir por la parte técnica. En mi caso, con este sistema tengo un acelerador que es muy corto para que llegue con las manos y por eso el auto entrega mucha potencia de golpe porque no se puede modular”, cuenta Nimo.
Lo que más varía de un auto convencional, de acuerdo con lo que relata el neuquino, son las tendencias (va mucho más de cola y de trompa), además de que frenar con las manos no es lo mismo que con los pies, por la sensibilidad que se tiene. “Todas esas experiencias que ya tenemos, ahora nos sirven para planificar el trabajo fino”, asegura Juan.
Con esos desafíos en el horizonte, Nimo se permite soñar con este proyecto el cual sabe que no es sencillo. “Primero hay que buscar ser competitivo para lo cual hay mucho desarrollo por hacer y ese desarrollo lleva mucha inversión y para eso necesitamos estar acompañado de empresas. Todavía hay muchos tabúes, miedos, entonces todas esas cosas hay que ir rompiéndolas. La vinculación con el RUS MED Team me trae un poco de aire y de oxígeno en eso”, cuenta el Gatito.
Nimo entre Zanardi y el Mundo del TC
Alex Zanardi protagonizó un fortísimo accidente el 15 de septiembre de 2001 cuando competía en la CART en el EuroSpeedway Lausitz. Como consecuencia de las lesiones debieron amputarle ambas piernas. Apenas 3 años más tarde, el italiano volvió a competir. Su acción fue un gran impulso para muchos. Entre ellos, el propio Juan María Nimo. “Lo de Zanardi fue el puntapié que nos permitió a nosotros poder tramitar las acreditaciones”, cuenta.
El argentino le cuenta a STC que mantiene contacto frecuente con el andorrano Albert Llovera (sufrió una lesión modular esquiando) y con el español Isidre Esteve (se fracturó las vértebras T7 y T8 en una competencia de Todo Terreno). “A diferencia de ellos, a mí me costó un camino mucho más largo en la Argentina para poder destrabar que se me permita competir”, cuenta el neuquino.
Cada lesión provoca que las discapacidades sean diferentes. En el caso de Nimo, la característica del auto del TC le significa desafío extra el manejo. “Hay que trabajar en el habitáculo en cómo me sostengo, en dónde ubicó a las piernas, y también con una buena postura para poder mover las manos y estar bien sujeto. Sobre todo con el transcurrir de las vueltas y la Fuerza G. Los pilotos del TC tienen un descanso en los pies en donde apoya firme con una de sus piernas para poder mantener esa Fuerza G y el equilibrio”, relata.
A diferencia de los casos de Llovera y Esteve, Nimo no puedo utilizar ayudas electrónicas. “Es muy raro explicar afuera la locura del TC. Ellos no entienden la euforia y el amor que tiene el público, ni cómo competimos con estos autos y lo desarrollado que están. Lo que pasa es que por más desarrollo que tenga, los TC no dejan de ser autos que son mecánicos a la hora de conducir, no son autos electrónicos”, afirma el patagónico.
Justamente, esa dificultad extra que se le presenta es una motivación para el Gatito. “A mí lo que me termina atrapando del TC es que es un automovilismo muy parejo, muy difícil. Y es un auto muy difícil de convertirlo a un TC. Si fuese un auto con desarrollo electrónico se podrían utilizar muchas de las cosas que ya están desarrolladas para los autos de calle, como un acelerador o un freno”, asegura.
Esa adversidad es el principal desafío que tiene Nimo por delante. “Hacerlo funcionar en esta situación es una experiencia mucho más enriquecedora para nosotros. Ver de qué forma se puede hacer que un auto que está hecho para 4 extremidades se pueda manejar con 2 y tenga el mismo comportamiento. Si es tan difícil ser competitivo para una persona convencional, qué difícil es para una persona con discapacidad. Y eso es lo que me atrapa”, concluye un verdadero ejemplo de superación y compromiso.