Krujoski: “No hubo tiempo de reparar el Dodge”
Humberto Krujoski corre esta fecha de TC Pista en San Nicolás con el Dodge que usó en 2019, debido a que el actual no pudo ser reparado luego del accidente en Buenos Aires. El correntino, le contó a SoloTC el protocolo que debe cumplir cada vez que vuelve de una carrera.
Humberto Krujoski mete un cambio obligado para afrontar la 6ª carrera del TC Pista este fin de semana en San Nicolás: va a correr con el Dodge con el que debutó en el Castellano Power Team en 2019. Su auto actual no pudo ser reparado luego del duro golpe que sufrió en la clasificación de la fecha pasada en Buenos Aires, cuando se quedó sin frenos en la Horquilla a casi 230 km/h e impactó contra los neumáticos de contención.
“Se rompieron muchos elementos periféricos del auto. La estructura quedó perfecta, pero algunos puntos de los anclajes no quedaron bien. Eso lleva mucho tiempo, sobre todo para medir que todo quede en su lugar, y como había poco tiempo entre una carrera y otra, optamos por correr con el Dodge anterior, de ese modo los chicos van a tener tiempo de trabajar tranquilos”, le contó el correntino a SoloTC.
Con este Dodge disputó 6 carreras durante el certamen pasado, logrando el 3º puesto en la 5ª fecha en Rosario como mejor resultado. A partir de la 10ª carrera en San Juan, pasó a manejar el auto que dejó libre Jonatan Castellano, que es de nueva generación. Con este coche, Krujoski logró su único éxito en la “telonera” en la 13ª fecha en San Nicolás.
La causa del accidente
La rotura del flexible de freno trasero fue la razón que provocó el accidente ni bien comenzaba la clasificación. El auto, que viajaba a casi 230 km/h, impactó en el costado derecho contra los muñecos de contención. Quedó tan roto que el equipo no llegó a arreglarlo y Krujoski no pudo continuar corriendo.
“Cuando me bajé del auto me dolía demasiado la cabeza y sentía como una contractura en la pierna derecha. Pero a las 8 de la noche ya no sentía más nada. De hecho el domingo a la mañana me subí al auto y viajé los 1000 kilómetros hasta Corrientes sin ningún problema, incluso el lunes hice gimnasia”, le contó a este medio.
El piloto de 42 años agregó que “cuando me quedé sin frenos me asusté, pero a la vez intenté cruzar el auto porque sabía que pegarme de cola o en el costado derecho era lo mejor que me podía pasar. A su vez quiero destacar que las medidas de seguridad del autódromo respondieron, porque sentí que la leca frenó al auto. Además el auto absorbió el golpe de la forma en que debía hacerlo, eso hay que destacarlo. Todo ese combo evitó que me lastimara”.
Un protocolo estricto
Cada vez que Krujoski viaja a Buenos Aires para disputar una carrera, debe cumplir un estricto protocolo que le impuso el gobierno correntino. “Cuando vuelvo de una competencia tengo que hacerme un hisopado y permanecer 7 días en cuarentena adentro de mi casa. Luego tengo que hacerme otro control más, si da negativo, puedo obtener un permiso que me permite ir de mi casa al trabajo”, contó Krujoski.
Esta situación no solo resulta compleja en el día a día, ya que no puede atender del modo que quisiera su pinturería, sino que además le impide visitar a los auspiciantes, una acción clave que realizan los pilotos para fidelizar la relación con sus clientes. “No es lo mismo estar con ellos que hablar por teléfono, pero lamentablemente tenemos que adaptarnos a la nueva realidad”, cerró.