El final de Paraná, de los más ajustados en la “era autódromos”
Entre el ganador Juan Cruz Benvenuti (Torino) y su escolta Mariano Werner (Ford), hubo apenas 0s101 de diferencia. Desde que en 1997 el Turismo Carretera dejó la ruta, solo 2 carreras se definieron por un margen menor. En esta nota las repasamos.
La Final que el Turismo Carretera disputó el 9 de mayo de 2021 en el autódromo de Paraná se ganó un lugar en la historia de la categoría. Por su apasionante resolución, en la que Juan Cruz Benvenuti (Torino) superó en la última vuelta y por afuera a Mariano Werner (Ford). Pero también por su ajustada definición, ya que el entrerriano no se dio por vencido y buscó recuperar la posición hasta el final, cruzando la meta a solo 0s101 del neuquino.
Se trata de la 3ª menor diferencia entre el ganador y su escolta en la era de los autódromos. Una etapa que el TC comenzó a desandar el 9 de marzo de 1997 en Balcarce y que acumula 381 carreras, contando aquellas que se realizaron en bases aéreas y semipermanentes.
La diferencia que hubo entre Benvenuti y Werner no solo fue menor a la que se dio en la clasificación de Paraná (0s380) entre el entrerriano y Facundo Ardusso (Chevrolet), el 2º. Incluso resultó más ajustada que el margen que existió entre 1º y 2º en las otras 4 pruebas de clasificación que hubo en la temporada 2021.
La definición del bache reglamentario
El ranking de finales más cerrados en la era de los autódromos del Turismo Carretera lo encabeza la 12ª fecha del campeonato 2005, que se llevó a cabo el 11 de septiembre en el autódromo Buenos Aires. Todo parecía dado para que Guillermo Ortelli (Chevrolet), que abrió la última vuelta como líder, consiguiera su 1ª victoria como titular en el “Gálvez”.
La última carreta en Paraná fue la 2ª vez que Mariano Werner llega a menos de 2 décimas del ganador en una carrera realizada en Paraná. El 31 de octubre de 2010 llegó a 0s144 de Mariano Altuna (Chevrolet), quien ganó de punta a punta.
Sin embargo, llegando a la chicana de Ascari sufrió la rotura del neumático trasero izquierdo y Rafael Verna (Ford) heredó la punta, seguido a menos de 1 segundo por Juan Manuel Silva (Ford). El Pato fabricó una magistral maniobra de sobrepaso al doblar por adentro en la horquilla y emparejar al Tabo a la salida de la curva.
Los autos del JP Carrera y el Lincoln Sport Group vieron la bandera a cuadros prácticamente al mismo tiempo. El chaqueño pareció cruzar la meta antes y las fotografías lo confirmaron. Pero el ganador fue el bonaerense. ¿Qué pasó? El sensor de Silva estaba en la parte trasera del guardabarros y el de Verna en la parte delantera. Ese detalle, propio de la viveza de Hugo Cuervo, dueño del LSG, le valió la victoria, por apenas 0s016, al Tabo.
Por entonces, la posición de los sensores no estaba reglamentada. El recientemente fallecido Juan Francisco Arrechea fue uno de los comisarios deportivos de aquella carrera y reconoció que había un bache en el reglamento. A partir de la siguiente carrera se determinó que debían colocarse detrás del eje trasero, como lo tenía Silva . La polémica definición resultó una lección aprendida para la ACTC. El costo lo pagó el Pato.
Los Di Palma y la carrera de la emoción
El 8 de octubre de 2000, apenas 8 días después de la muerte de Rubén Luis Di Palma, el TC se presentó en el autódromo de Rafaela, en el circuito con 4 chicanas. Pese a las especulaciones previas, los hermanos Luis José y Marcos Di Palma (Patricio no estaba compitiendo en TC) optaron por tomar parte de la 14ª fecha, con el anhelo de homenajear a su padre.
Los Chevrolet de los arrecifeños fueron ganando rendimiento a medida que transcurría el fin de semana. Y desde la 2ª vuelta de la Final, una vez que dejaron atrás a Guillermo Ortelli (Chevrolet), fueron los protagonistas excluyentes en la lucha por el triunfo. A punto tal que ¡se intercambiaron el liderazgo en 7 oportunidades!
Ingresaron al último giro a la par pero con Luis José con la ventaja de circular por el lado interno. Marcos le ganó la cuerda a la salida de la chicana Nº 2. Sin embargo, no pudo consumar el sobrepaso porque en la recta opuesta el motor de la Chevy del JC Competición prevaleció sobre el impulsor de la del Pablo Satriano Competición.
Finalmente, Luis José se llevó la victoria, con una diferencia de tan solo 0s036 sobre Marcos. La electrizante definición en la pista tuvo un correlato emocional como pocas veces se vio en la “máxima”. Es que el dolor por la pérdida de una figura talentosa y querible como la de Rubén Luis Di Palma unió a todas las hinchadas de la “máxima”.