Christian Ledesma y el título que cambió el rumbo del TC
El 30 de septiembre del 2007, Christian Ledesma se consagró campeón del Turismo Carretera con 3 fechas de anticipación, 6 victorias acumuladas y puntaje récord. Fue el gen que le dio vida a la Copa de Oro.
Pocas veces en la historia del Turismo Carretera se vio un dominio tan aplastante como el que impuso Christian Ledesma y su Chevrolet del HAZ Racing Team en la temporada 2007. El marplatense se consagró campeón con 3 fechas de anticipación, 6 victorias sobre 16 carreras disputadas y récord histórico de puntos en el TC.
La consagración llegó un domingo 30 de septiembre en el “Rosendo Hernández” de San Luis. Y para que el festejo fuera completo, Ledesma dominó de punta a punta la Final para llevarse su 5ª victoria del certamen.
“Me saqué un peso de encima. Porque todos me daban como el gran candidato al título y eso no era fácil de asimilar. Llegué a San Luis con el miedo de no poder ganar el título, parece mentira, pero es así”, reconoció el flamante campeón.
Christian tuvo a lo largo de todo ese campeonato un auto de “otro planeta”, muy superior al resto. Sustentado por un equipo que no ahorró en inversión para concretar el objetivo. La Chevy era preparada por Alberto Canapino y motorizada por Jorge Pedersoli. El director deportivo Alberto Scarazzini, quien había llegado al equipo ese mismo año junto con Ledesma.
Sus números fueron increíbles. Logró 6 victorias, un total de 9 podios, 4 pole positions, 11 series y en tan solo 3 carreras finalizó atrás del 5° puesto. A Matías Rossi (Chevrolet), su escolta en el torneo, le sacó 104 puntos de ventaja. Además se quedó con los récords de los circuitos de Paraná, 9 de Julio, Posadas y Rafaela. Sumó un total de 294,5 puntos, quebrando el récord que tenía Juan María Traverso desde 1995 cuando había acumulado 272 unidades.
Negocio para Ledesma, pero no para la ACTC
Pero paralelamente a la alegría genuina de Ledesma y toda su escudería, para la ACTC este título por adelantado fue un dolor de cabeza. Porque lógicamente las últimas 3 carreras del campeonato perdieron interés en el público. En la fecha siguiente disputada en Paraná –circuito taquillero del TC si los hay- hubo apenas 15.000 personas, cuando se esperaba el doble o más. Y en el GP Coronación en el “Gálvez” asistieron 20.000.
Es por eso que para la temporada 2008 la ACTC se guardó un as en la manga para evitar otra situación como la que se vivió en 2007. En el reglamento técnico se aclaró que se podía reducir la medida del diámetro de los difusores del carburador en caso de que un auto, marca o equipo demostrara un rendimiento superlativo y se escapara en el torneo.
Eso es lo que hizo Juan Manuel Silva con el Ford del JP Racing. El Pato mostró un gran potencial en la primera parte del torneo y se encaminaba hacia su 2° título en la categoría. Sin embargo, antes de la 10ª fecha, la dirigencia sorprendió al ambiente con la implementación de la Copa de Oro. Un formato de definición creado para evitar un campeón anticipado.
“Queremos que lleguen a la última fecha al menos 5 pilotos con posibilidades de ser campeón. En la temporada pasada, con el título anticipado conseguido por Ledesma, perdimos cerca de 2 millones de pesos. Somos conscientes que esta medida será criticada y que, en este caso, perjudica a Silva, pero creemos que es lo mejor para la mayoría”, dijo Oscar Aventin, por entonces presidente de la ACTC.
Desde el 2008 a la actualidad todos los pilotos que se consagraron lo hicieron recién en la última fecha. El Turismo Carretera jamás volvió a tener un campeón anticipado.