Ugalde restaura la primera Chevy campeona de TC
El Ugalde Competición trabaja en el casco original del Chevrolet que coronó a Francisco Espinosa en la temporada 1978/80 de Turismo Carretera. Lionel le contó a SoloTC la historia del hallazgo del primer auto campeón bajo la fiscalización de la ACTC y los detalles de la restauración de su Ford subcampeón de 2011 y de la Chevy de Jorge Reimonte.
A veces todo se conjuga para bien. Lo comprobó Lionel Ugalde en abril del año pasado. El confinamiento por la pandemia amenazaba la continuidad de su taller, que sin carreras no tenía modo de solventarse. El marplatense buscaba una solución junto a su hermano Lisandro cuando dio con el casco original de la Chevy con la que Francisco Espinosa se consagró campeón de Turismo Carretera en 1979/80.
“Tiene una historia impresionante: es el 1º auto campeón de la ACTC y la 1ª Chevy campeona de TC”, le dijo Ugalde a SoloTC. El histórico Chevrolet de Espinosa, quien murió en 2001, estaba en poder de Osvaldo Carpi Santiago, un reconocido piloto zonal marplatense que corre en la categoría Mar & Sierras.
“Estaba arrumbado en un galpón, olvidado. Fuimos reconstruyendo su historia. Acá en Mar del Plata, por ejemplo, antes había estado en lo de Roberto Caparello y en lo del Tano De Vincenzo, que fue el último que lo corrió. Caparello nos dijo que era el mismo Chevrolet que él había corrido”, relató Ugalde.
Los hermanos analizaron la posibilidad de restaurarlo. “Pero era un casco pelado… Sacamos cuentas y era carísimo”, reveló. Un auspiciante y amigo de Lionel -que prefiere mantener su nombre en reserva hasta que el auto esté listo- se enteró del hallazgo y se entusiasmó. Así fue que decidió aportar el dinero para su compra y restauración si los Ugalde se hacían cargo del trabajo.
El proceso de restauración de la Chevy
El trabajo sobre el Chevrolet de Francisco Espinosa empezó en abril de 2020 y está previsto que se termine en septiembre u octubre próximo. “Vamos ensamblando partes con mucho tiempo porque lo estamos haciendo a la perfección, tal cual era originalmente”, destacó Lionel, que se encarga de conseguir los elementos.
“Hay muchos que son muy difíciles de conseguir, ya sea porque son caros o porque ya no hay en stock. Por ejemplo, el diferencial, la caja de cambios, una pinza de frenos, butacas, relojes, árboles de leva, tapa de cilindros, etc.”, aseveró Ugalde.
La mano de obra tampoco resultó sencilla. “Tuvimos que lavarlo mucho porque en el techo del galpón donde estaba había palomas, así que te imaginás cómo estaba. Y también debimos trabajar la chapa porque el auto pasó por varias manos y hubo que cortar algunos caños de la jaula que se habían agregado”, indicó.
José Luis Riga, quien fuera el acompañante de Espinosa, colabora con la restauración. “Nos va dirigiendo en los detalles: aporta fotos y todo lo que recuerda. Él fue el que cuando el Colo iba ganando el GP que lo coronó campeón, se desató, serruchó el piso y le empezó a agregar aceite al diferencial, que se venía fundiendo. Todo mientras el auto iba a fondo. Una anécdota tremenda”, enfatizó Lionel.
Según le contó Ugalde a este medio, solo falta conseguir el tapizado de las puertas y la caja de cambios de la Chevy. “Ya se puede pintar y armarla, porque contamos con el resto de los elementos. El motor también está terminado, con 282 HP a 8.000 RPM. Lo hizo Sergio Chapota Meza, un amigo que es preparador de la Mar & Sierras”, detalló.
Más TC con historia para Ugalde
La Chevy de Espinosa no fue el único trabajo que le permitió a Lionel Ugalde solventar el taller. El otro es la restauración del Ford con el que fue subcampeón de TC en 2011. “Esos 2 proyectos me sirvieron para tener abierto el taller el año pasado. Incluso me han servido para correr esta temporada en TC”, afirmó quien solo disputó 1 carrera -previa a la pandemia- en 2020.
“Ese Falcon se estropeó todo en el accidente de Centenario 2013. Yo tenía un montón de fierros que no servían para correr, pero sí para la restauración. Meza me armó un varillero para ese Ford, que se lo vendí a un amigo de Mar del Plata. El auto se terminó y ya giró inclusive. Está en el taller y cuando él quiere andar, lo llevamos y se lo atendemos”, contó Lionel.
Hay un tercer TC con historia en el taller del Ugalde Competición. Es una Chevy que pertenece a Jorge Reimonte, un balcarceño que corrió en las décadas del ‘80 y ‘90. “Mi hermano la adquirió para concurrir a las reuniones del TC del Ayer. Se la habían querido comprar 1000 veces y siempre dijo que no. Pero se entusiasmó porque nosotros le dijimos que cuando lo tengamos listo se lo vamos a prestar”, manifestó Lionel.
“Ese coche estaba listo para correr, pero en 1995 el hombre decidió no correr más y quedó parado durante 26 años. Es increíble el estado en el que está. Solo hay que hacerle un repaso general: los frenos, las mazas, la caja de cambios, el diferencial”, enumeró Ugalde. Junto al auto, Lionel y Lisandro compraron 2 motores de esa Chevy, uno de los cuales es el que equipará a la de Espinosa.