La Chevy de Morresi que corrió en el Procar 4000
El piloto Adrián Ciocci le contó a SoloTC la historia de cómo recuperaron a este Chevrolet que había quedado destruido tras un accidente en la Base de Morón.
Correr en el Procar 4000 con un Chevrolet de Turismo Carretera que perteneció a una leyenda como Osvaldo “Pato” Morresi es un lujo que muy pocos se pueden dar. Eso hizo la familia Ciocci, donde papá Enrique y sus hijos Adrián y Diego, tuvieron el privilegio de manejar un auto que hasta llegó a ganar en la máxima categoría de la Argentina. La famosa Cebra azul con líneas blancas.
A los Ciocci el automovilismo les corre por las venas. Enrique fue el fundador del Procar 4000. Adrián actualmente compite en el Top Race Junior con un Chevrolet Cruze. La elección de la marca no es casual. Son hinchas fanáticos del Chivo, y admiradores de grandes ídolos de la marca como Roberto Mouras, Emilio Satriano, Luis Minervino, y por supuesto el Pato.
La historia entre los Ciocci y la Chevy de Morresi se remite al 25 de octubre de 1992. Ese domingo se disputó la 13ª fecha del campeonato en la Base Aérea de Morón. El piloto de San Pedro era uno de los candidatos a la victoria: había finalizado 2º en la clasificación y ganado la serie más rápida de las 3.
Sin embargo, la rotura del embrague a pocos metros de la largada selló su destino. Detrás, apareció el Chevrolet de Roberto Caparello –pintado con el mismo diseño que el auto del Pato- que no tuvo tiempo de esquivarlo y se lo llevó puesto. La parte trasera de la Chevy de Morresi quedó literalmente destruida.
Carlos Limido, chasista del Pato, le sugirió armar un auto nuevo debido a que le iba a llevar el mismo tiempo que poner en condiciones al coche accidentado. Lo desarmaron por completo y tanto el casco como la jaula se la regalaron a Enrique Ciocci. “Así fue que a partir de esa estructuras empezamos a armar el auto para correr en el Procar”, le contó Adrián a SoloTC.
A lo largo de los años, la Chevy corrió en la divisional zonal bajo la conducción primero de Adrián y luego Diego. “No recuerdo bien cuándo la dejamos de usar, pero calculo que Diego la manejó por última vez hace unos 3 o 4 años atrás”, repasó el actual piloto del TRJ. Actualmente, el emblemático auto con el que Morresi logró 1 triunfo en Allen 1992 está en el taller familiar.
La idea es restaurarlo y pintarlo con los mismos colores que usó el Pato en aquella carrera en Morón. “Será un homenaje para uno de nuestros grandes ídolos. Ya compré el motor, cubiertas de la época, tengo la trompa original…Quiero llevarla a distintas exhibiciones para que todos los fanáticos de Morresi puedan volver a verla…”.
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