Agustín Canapino y su 1ª vez en un TC: “Estaba en Disney”
El 22 de septiembre de 2007, en Nueve de Julio y con un puñado de carreras en la Copa Mégane, el Titán probó por 1ª vez un Turismo Carretera. “Fue un día espectacular. Más que nada por todo lo que pude compartir con mi viejo, ya que hasta ese entonces no compartíamos muchas cosas”, recordó junto a SoloTC.
El sábado 22 de septiembre de 2007, en el autódromo de Nueve de Julio, Agustín Canapino (31 años) se subió por 1ª vez a un auto de Turismo Carretera. Fue un punto de inflexión en la vida del arrecifeño y, con el tiempo, lo sería para la categoría, que ese día -sin saberlo- le daba la bienvenida a uno de los pilotos más importantes de su historia.
“No sabía que había sido el 22 de septiembre. Gracias por el dato y gracias también por recordármelo porque fue un día espectacular. Más que nada por todo lo que pude compartir con mi viejo, ya que hasta ese entonces no compartíamos muchas cosas”, le dijo Agustín a SoloTC.
El desempeño del Titán en esa prueba con el Chevrolet del HAZ Racing Team que corría Ezequiel Bosio sirvió para vencer la resistencia de Alberto Canapino. Hasta entonces el exitoso preparador “tenía sus dudas respecto de si yo podía llegar a algo o no en el automovilismo”, contó tetracampeón de TC.
“Mi viejo me confesó con el tiempo que lo que había pasado ese día lo sorprendió mucho. Y que eso fue lo que lo decidió a apoyarme 100% para que yo tuviera la oportunidad de arrancar mi camino en el TC Pista”, agregó Agustín.
Cómo se gestó la 1ª prueba de Canapino
Agustín Canapino tenía 17 años. Había debutado en el automovilismo el 3 de septiembre de 2005 en Rafaela, con la Copa Mégane (abandonó). Llevaba 27 carreras y 6 victorias como piloto, todas en la monomarca. Venía de ganar en Viedma y así pasaba a liderar el torneo de la categoría.
El Edival Racing de TC2000 lo había convocado para ser invitado de Mariano Altuna en los “200 Kilómetros”. Pero la CDA del ACA no lo autorizó a correr por falta de antecedentes. “Alberto (Canapino) lo vio caído anímicamente y le dio la posibilidad de probar un TC”, contó una vez Pedro Viglietti en La Razón de Chivilcoy.
Agustín lo recuerda como “el día más feliz de mi vida hasta entonces. Estaba cumpliendo mi gran sueño. Era la época en la que las pruebas eran libres. Fuimos unos días después de que el TC corriera ahí y de que Bosio hiciera la pole position. Él había hecho 1m32s8 (N. de la R: en realidad marcó 1m32s5) y yo giré en 1m33s0 al final del día. Estaba en Disney, no podía creer lo que estaba pasando”.
“También recuerdo la euforia de mi viejo y la emoción de Guille Cruzzetti. Para mí fue como tocar el cielo con las manos pero a su vez un gran desafío. Por eso preparé muchísimo la prueba: recuerdo que miré todos los datos y cámaras a bordo que estaban disponibles. Fui de menor a mayor y pude aprovechar bien la prueba: gracias a eso pude iniciar mi camino en el TC Pista”, aseveró el Titán a este medio.
La velocidad de Agustín y su pulcritud para llevar la Chevy (no hizo trompos ni bloqueó las gomas) hicieron que Alberto lo comenzará a utilizar como piloto de pruebas. Ya por entonces el Titán se mostraba interesado en absorber toda la información posible. “Estar al lado de mi viejo aprendiendo de la adquisición de datos y de las cámaras on board me dejó muchas enseñanzas”, dijo. El resto de la historia es más conocida…