Cístola: “Nunca le tuve miedo a la velocidad”
Esteban Cístola empezó a andar en cuatriciclo a los 3 años. Ahora, a los 18, se destaca en el TC Pista y quiere cumplir su sueño de llegar al Turismo Carretera.
Esteban Cístola (18) anda como un león enjaulado adentro de su casa. Apasionado por los fierros y la velocidad, necesita la adrenalina que le genera estar arriba de su Dodge en el TC Pista. Pero la cuarentena obligatoria modificó los planes y despunta el vicio dedicándole varias horas por día al simulador.
El salteño es piloto de carreras casi desde la cuna. Hay una anécdota que lo pinta de cuerpo entero. A los 3 años le regalaron un cuatriciclo, “un Beta 50 cc”, le describe a SoloTC. Pero la experiencia no terminó para nada bien: “Tuve un golpe feo, me caí y me di la cabeza contra el piso, terminé internado en terapia intensiva en una clínica de la ciudad”, contó.
Pero el susto no fue una barrera, al contrario, ya que a los 4 años no solo fue por la revancha con el cuatriciclo, sino que también empezó a correr en karting.
Esteban heredó la pasión por los autos de su papá Luciano, que fue piloto en la categoría de Cafeteras en la ciudad salteña de Joaquín V. González. “Nunca le tuve miedo a la velocidad, siempre me apasionó ir rápido con cualquier cosa”, aseguró. Debutó en el Turismo Pista a los 15 años, a los 16 fue subcampeón en la Clase 1. A esa misma edad, en 2018, pegó el salto al TC Mouras con un Ford de equipo de Juan Pablo Gianini.
No necesitó ningún proceso de adaptación: logró 1 victoria y se metió de lleno en la Copa de Oro donde terminó 6º. Ese mismo año logró el sueño de correr en el Turismo Carretera como invitado de Gianini en los 1000K de Buenos Aires.
En 2019 a Cístola le llegó la hora en el TC Pista. “Para mí fue un año de transición, quería conocer la categoría, adaptarme al auto y circuitos que yo no conocía. La experiencia fue muy positiva”, reconoció Esteban que no pudo lograr la victoria pero sí clasificó a la Copa de Plata donde terminó 10º.
Para este año apostó por un nuevo proyecto de la mano del RUS Med Team bajo la dirección general de Mauro Medina. Dejó el Ford para subirse a un Dodge atendido bajo la estructura de Ramiro Galarza, con atención técnica del Centro Tecnológico Canapino y motorización de Alfredo “Gardelito” Fernández.
“Estoy muy entusiasmado con este nuevo proyecto. El objetivo principal es pelear el campeonato. Más allá del cambio de marca y equipo, en las 2 primeras fechas me sentí muy bien, el auto es muy competitivo. El comienzo fue positivo pero queda mucho por desarrollar y trabajar”, detalló Esteban que finalizó 4º en Viedma y 14º en Neuquén, y está 6º en la tabla general.
Cístola es uno de los pilotos de la “telonera” con mayor proyección. Su objetivo para el 2020 es conseguir el pase al Turismo Carretera, la categoría que lo desvela desde chico: “Siempre miré al TC por televisión, y estar tan cerca de poder correr ahí me parece increíble. Falta mucho y para eso tengo que ser competitivo en el TC Pista, pero cuando empiecen las carreras voy a poner todo de mí para estar ahí”, cerró el salteño que tiene su sueño al alcance de la mano.
Cístola lleva 17 carreras en el TC Pista. Logró 1 pole position, 3 podios y 3 récords de vuelta. Este año cambió de Ford a Dodge. Está 6º en el campeonato que lidera Federico Iribarne (Chevrolet).