La historia de “Crosty”, el mecánico que estuvo 40 años junto al TC
Marcelo Márquez, alias Crosty, empezó como mecánico en el Turismo Carretera a los 13 años. Fue copiloto, trabajó con 30 pilotos y hasta logró 2 títulos con el Flaco Traverso. Esta es su historia.
“Andá a verlo a Crosty que es uno de los mecánicos más viejos que hay en el Turismo Carretera”, le dijeron a SoloTC. Crosty es Marcelo Márquez (54 años), efectivamente uno de los personajes más reconocidos en el ambiente, que llegó a trabajar con alrededor de 30 pilotos de la “máxima” a lo largo de casi 4 décadas.
Hoy en día sigue ligado al automovilismo, pero dentro del equipo de Claudio Ré en la Fórmula 3 Metropolitana, uno de los semilleros de las categorías promocionales de la ACTC. “Siento que en el TC cumplí un ciclo. El cuerpo ya no me da para estar al pie del cañón. Los chicos de ahora van muy rápido, los que están arriba y abajo del auto, y ya no les puedo seguir el ritmo”, reconoció en la charla con SoloTC.
Los primeros recuerdos surgen a los 6 o 7 años de edad, cuando su papá escuchaba en el patio de la casa en Morón las carreras del TC en ruta a través de una radio Spica. “Me imaginaba la carrera a través de los relatos. Escuchar el ‘adelante el avión’ me fascinaba, lo cuento y se me pone la piel de gallina”, contó.
Años después comenzó a asistir a las carreras del TC del Oeste. Y justo en un taller a la vuelta de su casa descubrió que armaban un Dodge de TC de Abelardo Soneira. “Iba y me paraba en la puerta, tendría 13 o 14 años, hasta que un día me preguntaron si sabía hacer mate y me metí en el taller. Desde ese día no salí más, y acá estoy”, relató.
Corría el año ’82 y Marcelo ya formaba parte del staff permanente en el taller. Sin embargo, por su corta edad, no le permitían viajar a las carreras. “Yo me ponía a llorar porque quería ir. Un día me escapé del colegio y no tuve mejor idea que esconderme adentro del auto de carrera. ¡No sabés las cosas que hice por esta pasión! Mi primera carrera fue en San Miguel del Monte, no me la olvido más”, detalló.
Mientras tanto repartía su tiempo en el colegio y los partidos de fútbol junto a su compañero Amadeo “Huevo” González, recordado copiloto de Roberto Mouras, que perdió la vida junto al Toro en la trágica carrera de Lobos en 1992.
Además de Soneira, Crosty se encargó de armar otro Dodge para Pancho Alcuaz. Y tiempo después comenzó a trabajar con los hermanos Osvaldo y Carlos Lynn. Con ellos participó del Gran Premio de La Pampa de 1986, el último que disputó el TC en su largo historial.
Hasta se dio el gusto de correr como acompañante de Osvaldo Lynn, y también de Roberto Urretavizcaya, cuando éste adquirió el Dodge en 1985. “Con Tito ganamos 3 carreras y 8 series. Recuerdo una especial en Bolívar en el ’95 con Ford. Incluso tengo el trofeo en mi casa con el nombre de Osvaldo Morresi y Jorge Marceca”, recordó.
Además de Soneira, los hermanos Lynn y Urretavizcaya, Márquez trabajó con figuras como Lalo Ramos, Diego Aventin, Norberto Fontana y el mismísimo Juan María Traverso. De hecho, con el Flaco se dio el lujo de festejar 2 títulos de la “máxima”.
“Mi historia en el TC fue hermosa. Se me hace un nudo en la garganta cuando la recuerdo, porque viví muchas cosas lindas, conocí a muchísima gente. Jamás imaginé que iba a entrar de tan chico y que me iba a quedar tantos años de mi vida…”.