TC: el día que Ford terminó con su sequía más prolongada
El 4 de julio de 1971, en Pergamino, Ford ponía fin a una racha de 28 carreras sin victorias, la más extensa en la historia del Turismo Carretera para el Óvalo. El responsable del triunfo fue Carlos Pairetti, un piloto que hasta entonces estaba plenamente identificado con Chevrolet.
El triunfo que Carlos Pairetti consiguió el 4 de julio de 1971 fue muy esperado por los hinchas de Ford. Ese día, en la Vuelta de Hughes, que se disputó en el circuito semipermanente de Pergamino, la marca puso fin a una racha de 28 carreras sin victorias. Se trata, incluso hasta hoy, de la sequía más prolongada del Óvalo en el Turismo Carretera.
La abstinencia de éxitos se prolongó por 819 días. Había empezado luego de la victoria de Ricardo José María Bonanno (Falcon Angostado F-100) en la Vuelta del Alto Valle, el 6 de abril de 1969. En ese lapso de 28 carreras, Torino ganó en 22 oportunidades y Chevrolet, en las 6 restantes. La racha adversa comenzó con un triunfo de la Liebre III-Chevrolet de Carlos Pairetti en el autódromo de Buenos Aires.
Y justamente fue el arrecifeño el encargado de devolverle la alegría a los fanáticos de Ford. Il Matto, que corrió durante 17 años y logró 18 triunfos con Chevrolet en TC, se pasó a Ford en 1970. “Hubiese querido continuar con la gente de GM, pero parece que resulto caro para ellos y no entro en su presupuesto. Sólo me podían ofrecer motores desarmados y yo debía ocuparme del resto del auto”, explicó sobre el cambio.
La llegada de Pairetti a Ford
Carlos Pairetti empezó corriendo con una Liebre–Ford F100. Pero en la 3ª fecha de 1971 (Vuelta de Salta), se subió al Falcon del equipo oficial, que también lo había contratado para correr en Sport Prototipo. La escuadra, denominada Auto Competición S. A., era dirigida por el arrecifeño -que tenía como compañero a Héctor Gradassi- y contaba la preparación de José Miguel Herceg y Horacio Ferrea.
Luego de un par de carreras en la que fue protagonista pero debió abandonar, Pairetti hizo festejar a Ford. Fue en un domingo de frío y llovizna. Tras adjudicarse con comodidad la serie, superó en la Final a Rubén Luis Di Palma (Torino) por 30 segundos. Ese año, Il Matto volvería a ganar en la Vuelta de Córdoba. Y a partir de 1972, ya con la dirección del equipo a cargo de Herceg y sin Pairetti, Ford viviría una de sus épocas más gloriosas en el TC.