Turismo Carretera: ¿qué pasa con los motores?
En las últimas 2 fechas del Turismo Carretera se registraron al menos 22 roturas de motores, una cifra inédita desde que comenzaron a utilizarse los multiválvulas. En esta nota indagamos en las razones que generaron un escenario preocupante en la “máxima”.
Al menos 8 motores se rompieron en la carrera de Turismo Carretera en Concepción del Uruguay. En Toay ese número ascendió -por lo menos- a 14. Se trata de cifras inusuales en la “era multiválvulas” de la “máxima”, que comenzó en 2015. Y que no tiene su correlato en el TC Pista ni en el TC Pick Up. La pregunta se impone por su propio peso: ¿qué pasa con los motores del TC?
El relevamiento realizado por SoloTC indica que el problema es multicausal. Como suele suceder en estos casos, hay algunas roturas que son propias del impulsor y otras que obedecen a cuestiones periféricas. “El motor es una maquinita que, si tiene un detallecito que no está bien, se rompe”, le dijo Horacio Soljan, motorista de los 4 autos del Maquin Parts Racing, a SoloTC.
“¿Qué podemos hacer si se rompen? Yo escucho a otros colegas que cuentan que se cortan bielas, cigüeñales, válvulas, se viene rompiendo de todo”, le dijo Rody Agut, que tiene 6 clientes en el TC, a este medio. El preparador de San Martín sufrió la rotura de 3 motores de Mariano Werner (Ford) en las últimas 2 fechas.
De los 22 motores que se rompieron entre Concepción del Uruguay y Toay, hubo 9 de Ford y 7 de Chevrolet. Las 6 roturas del Cherokee correspondieron a Torino (4), Dodge (1) y Toyota (1).
Razones para la crisis de los motores
Puede inferirse que el motivo por el cual se rompen más motores -en proporción- en el Turismo Carretera que en el TC Pista o TC Pick Up es que los multiválvulas de TC son más exigidos. Y se trabaja más al límite. Y eso se nota más en un trazado veloz como Toay, donde se gira permanentemente a régimen alto. Incluso, en el caso de algunos pilotos, al momento de los rebajes.
“Ser motorista y tener rentabilidad es muy difícil”, le dijo un reconocido preparador a SoloTC. El alza en el costo de los elementos es un factor clave a partir del cual se puede empezar a entender esta masiva rotura de motores. Esto lleva a que, por cuestiones económicas, el reemplazo de las piezas -en algunos casos- no se efectúe en los plazos ideales.
“Si los pistones los cambiás cada 2 o 3 carreras vas a tener menos riesgos que si lo hacés cada 6 o 7”, ejemplificó Horacio Soljan. En cambio, Rody Agut apuntó a una probable falla de piezas: “Estoy seguro que todos ponemos elementos buenos, pero si se rompen son cosas que a veces escapan a nosotros. Algo debe estar pasando, ¿pero cómo darnos cuenta?”.
Problemas de producción
El alza en los costos y la probable falla de piezas se da en un contexto de retraso o falta transitoria de algunos elementos y/o materiales en los últimos tiempos. Una consecuencia del parate de 6 meses que produjo la pandemia por el COVID-19 con efectos que aún perduran, como la pérdida de personal capacitado que sufrieron las fábricas.
“Las empresas debieron cerrar y eso nos complicó la producción. Pero hemos empezado a recuperarla. Creemos que en breve vamos a tener disponibilidad de elementos”, le explicó Alejandro Iuliano a SoloTC antes de la carrera en Toay. Entre los faltantes, el gerente técnico de la ACTC mencionó los blocks y los árboles de leva. Según pudimos saber, también hubo inconvenientes con las válvulas y los aros.
“En la pandemia hubo un gran desabastecimiento. A los proveedores se les complicó stockearse para vender. Hay que administrar los elementos que hoy tenemos porque nos está costando normalizar los stocks. La ACTC está trabajando fuerte en eso. Es cuestión de tiempo”, le contó Ezequiel Giustozzi a SoloTC.
“Generar un stock de un determinado elemento para todo el año y para cada motor implica una inversión inicial muy alta. Entonces nos manejamos con micro stocks: para 1 o 2 carreras. A veces por una razón económica y otras porque el proveedor no te puede entregar 10 a vos y dejar a 5 preparadores colgados”, agregó el motorista del JP Carrera.
Motores con más actividad
La falta y/o retraso en la entrega de elementos coincidió con el rápido crecimiento que experimentó el TC Pick Up. La categoría -que utiliza motores multiválvulas, como el Turismo Carretera y el TC Pista- tenía 21 camionetas antes de la pandemia y actualmente cuenta con 40. En ese mismo lapso el TC pasó de 47 a 50 autos y el TCP, de 32 a 41.
“Hay más demanda y tenemos que aumentar la provisión. Sucede lo mismo que con los recursos humanos”, le dijo Alejandro Iuliano a SoloTC en ocasión de la presentación de la “Diplomatura Mecánico Especialista ACTC”, el curso con el que busca cubrir la demanda de mano de obra calificada en sus 5 categorías.
Además, esa falta y/o retraso en la entrega de elementos propicia que en algunos casos, el mismo multiválvula que se emplea en TC, se use en el TCPU. Eso atenta contra el tiempo de trabajo que se dedica a cada motor y el reemplazo ideal de piezas. Y favorece el desgaste prematuro de los componentes de los impulsores.
“Cuando se rompe por una biela no se arregla en un ratito. Te lleva 1 mes. Tal vez ahora se estén usando motores ‘castigados’ hasta que se arreglen los que se rompieron”, le dijo un experimentado preparador a SoloTC. Este escenario de roturas masivas lleva a pensar a este motorista que en los próximos meses “habrá faltante de motores”.