TC: historia de la réplica de un Dodge campeón de Roberto Mouras
En Tandil armaron la réplica de uno de los 3 autos que usó Roberto Mouras en 1983 para conseguir su 1° título en el Turismo Carretera. Esta es la particular historia.
Matías Cerviño no tenía idea quién era Roberto Mouras. Cuando el Toro murió el 22 de noviembre de 1992, él apenas tenía 5 años. Lo que no sabía es que, varios años después, se toparía con parte de uno de los autos más recordados de la campaña de Mouras en el Turismo Carretera. Uno de los 3 Dodge que usó el Toro para lograr su 1° título en la “máxima” en 1983. Sobre esa base armó una réplica.
Mouras pagó bastante caro el precio de alcanzar el primero de la trilogía con la marca de la pentaestrella. Es que lo largo del campeonato debió utilizar 3 autos distintos debido a que sufrió 2 fuertes accidentes que pudieron terminar en tragedia.
El primero ocurrió en Punta Alta, el 21 de agosto. En plena recta se tocó con Oscar Castellano, su archirrival. Su cupé cayó a la banquina y dio varios tumbos hasta quedar completamente destrozado. El Toro la sacó barata con solo una fisura de la clavícula, pero el auto no sirvió más (el chasis está actualmente en el museo de Carlos Casares, tal cual quedó en ese golpe).
Rápidamente, el Toro mandó a armar otra cupé Dodge que había tomado como parte de pago de otro auto que vendió en su concesionaria. Pero no le duró demasiado, ya que el 20 de noviembre, en otro accidente con Castellano, volvió a dejar el auto inutilizable.
Con el paso del tiempo, parte de ese segundo coche fue a parar al taller de Oscar Jensen, un calificado constructor del Turismo Carretera que atendía, entre otros, a un Dodge de Gustavo Brescia. Justamente Mouras le había dado ese segundo auto chocado para que utilice algunos de los elementos que habían quedado sanos.
Sin embargo, muchas partes del auto quedaron “tiradas” durante años. Hasta que un día, el papá de Matías Cerviño, le preguntó a Jensen qué pensaba hacer con todos esos fierros. “Yo no los quiero, ¿te los querés llevar?”, le dijo el preparador. Así empezó la historia de este auto al que Matías define como “mitad réplica y mitad original”.
Los fierros quedaron mucho tiempo guardados en el taller familiar de Tandil. Hasta que papá Cerviño logró juntar el dinero para comprar una cupé Dodge. De ese modo, y con la ayuda de Matías que ya era adolescente, comenzaron a ensamblar en la cupé los repuestos originales que tenían.
“Fuimos consiguiendo elementos de la época, como butacas, tanque de nafta, elásticos, llantas, tomas de aire y otros tantos elementos. Nos llevó unos 20 años armarlo”, le contó Matías a SoloTC.
“Lo íbamos haciendo de a poquito, cuando nos sobraba la plata. Después apareció un motor similar a uno de TC de esa época y un tren delantero que era de un auto del Tano Pernía. Recién en el 2017 lo pudimos terminar”, agregó.
Todavía conservan algunas partes del auto original que no colocaron en la réplica. Otras las donaron al museo Mouras de Carlos Casares. Tantos años de trabajo e investigación le permitieron a Matías tomar real dimensión de lo grande que fue Roberto Mouras para el automovilismo argentino. Guardar parte de esa historia es su orgullo personal.
Mouras corrió apenas 6 carreras con el segundo Dodge. Pero le alcanzó para conseguir 1 victoria en la Vuelta de Olavarría. Un triunfo que lo acercaría al primero de los 3 títulos consecutivos que logró con la marca.