Cruzzetti: “Todavía me cuesta creer la ausencia de Alberto”
Guillermo Cruzzetti se formó a la par de Alberto Canapino, conformando una dupla exitosa. “Sentir que no está para esa consulta rápida, para compartir opiniones, es muy duro”, afirmób el ingeniero ante SoloTC. Mantener su legado, y seguir con los proyectos, se transformó en su gran desafío.
La muerte de Alberto Canapino significó un golpe muy fuerte para el automovilismo argentino en general y se incrementó en los más allegados. Su mano derecha desde 1994, Guillermo Cruzzetti, debió asimilar rápido (en la medida de lo posible) la triste situación y tomar la posta en la dirección técnica y deportiva en los proyectos que juntos tenían. “Es muy duro, pero la primera solución para poder salir adelante, aunque cueste mucho, es aceptarlo. Tantos años a su lado me ayudan a seguir una línea”, le dijo el ingeniero arrecifeño a SoloTC.
Este año ibas a comenzar la 28ª temporada al lado de Alberto. ¿Cómo fue empezarla sin él?
– Fue muy duro para la gran mayoría del ambiente, imaginate para mí. Todavía me cuesta creer su ausencia por lo inesperado y rápido que fue, y por lo que significaba él con su presencia dentro del ambiente en todo sentido. Tuve la suerte de nacer a la par suya en lo técnico y crecer a su lado. Imaginate la cantidad de cosas que he aprendido, y las que me quedaron por aprender. Hoy sentir que no está para esa consulta rápida, para compartir opiniones antes de tomar decisiones, es muy duro. Pero, por otro lado, mi confianza en las decisiones que tengo que tomar hoy están porque imaginariamente las consulto con él.
Si bien pasó muy poco tiempo, ¿tu situación personal de este año debe ser un desafío extra muy grande?
– Absolutamente. Si bien la cuestión técnica es lo que siempre me gustó y hemos hecho desde nuestro inicio en 1994, pasando por las camionetas del Dakar y cosas muy variadas en el automovilismo, siempre fuimos resolviendo cuestiones de índole técnica. En esta etapa me encuentro con la obligación de tomar el rol de director, tomando decisiones deportivas y estratégicas del equipo. Si bien lo he ejecutado alguna vez como cuando trabajé con el Catalán Magni Motorsport, por ejemplo, ésta es una responsabilidad diferente porque represento una dirección no solo en el RUS Med Team sino también en el equipo Pro Racing del Súper TC2000. Es un año con mucha responsabilidad.
¿Te sorprendió el comienzo que tuvieron en el Turismo Carretera?
– No digo que me sorprendió, pero sí fue muy grato con todo lo ingrato que fue para nosotros empezar esta temporada. Haber encontrado la victoria tan rápido, en la primera carrera, y funcionar bien, con alta performance y siendo competitivo, fue importante. Para nosotros era un desafío estar a la altura de las circunstancias. El equipo está muy sólido, es muy profesional, y si no fuera por la carrera de Paraná que se nos pinchó una goma, realmente veníamos con un nivel de puntaje óptimo en estas primeras fechas.
Más allá de la victoria, con todo lo que significó ese fin de semana, lo más destacable es el promedio de todas las fechas.
– Eso es lo más difícil de lograr en el automovilismo en general y en particular en el TC por la infinidad de variables que hay, algunas incluso que escapan al control de los propios equipos. Y, sin embargo, lograr esa estabilidad es muy bueno. Porque no solamente es la regularidad de que sumás puntos en todas las fechas, porque el TC tiene un puntaje que premia mucho a eso, pero no es lo mismo llegar entre el 10º y el 15º que estar siempre peleando en la punta. Es tan difícil de lograr eso y, aunque a veces se valora menos que ganar carreras, como desafío técnico es mucho más difícil la regularidad de alta performance que ganar, hacer una pole position o tener un fin de semana bueno. Muchas veces hay conjuntos que caen muy bien en un circuito, pero a la siguiente no pueden repetir esa performance.
¿En dónde creés que está la base o la fortaleza para conseguir eso?
– Creo que es producto de un auto que Alberto había dejado muy desarrollado, un Agustín que es un piloto excepcional y que encima participa de las decisiones y entiende muy bien lo que el auto necesita y un conjunto donde cada uno hace muy bien sus cosas. El tema de haber hecho los motores propios fue un hándicap, pero después de la baja que tuvimos con Lucas (Alonso) era también un desafío seguir funcionando bien. Estos motores los desarrolló Alberto, yo he sido partícipe, teníamos todas las condiciones para seguir funcionando en ese nivel porque son by Canapino. Era una cuestión de no equivocarnos con la persona que iba a seguir con el armado y dimos con un viejo conocido nuestro, un amigo de la casa como lo es Fabio (Di Palma) que trabajó muchos años con nosotros y no nos hemos visto perjudicado en lo más mínimo. Eso también era una de las claves para seguir funcionando bien.
A Agustín se lo percibe mucho más involucrado en el equipo. Vos que trabajás con él día a día, ¿cuál es cambio principal que notas en él en su nueva etapa?
– El cambio radical es que asumió la responsabilidad de dueño del equipo, con todo lo que eso implica. La toma de decisiones en el día a día, las pequeñas cosas que hacen al equipo. Es un trabajo bastante complejo y por algo no es común que los pilotos sean los dueños de los equipos y encima los administren ellos. Así sean dueños en el sentido económicos, no son quienes lo manejan. Tienen un grupo de gente que le maneja el taller, en este caso Agustín asumió totalmente el rol de propietario del equipo.
Ahí también cambió tu función en la estructura.
– Yo estoy para acortarle los caminos y a ayudarlo a tomar las decisiones. Con 27 años al lado de Alberto, hemos hecho las cosas de común acuerdo en los desarrollos y un montón de aspectos que hoy le simplifican a Agustín. Por ese lado para él ha sido un cambio radical, le ha cambiado la forma de vivir, sus tiempos. Hoy el desafío es también que no descuide su rol de piloto, es uno de los pasos difíciles que hay que transitar en estos pocos meses que vamos viviendo para organizar el taller de la mejor manera y que no le absorba tanto tiempo de piloto.
También asumió el acompañamiento a Matías, su hermano, en sus primeras experiencias en el TC Pista.
– Eso es algo que le sale naturalmente, no le implica trabajo. Lo extra está en la semana, en la diaria del taller, porque es un tiempo que antes no dedicaba. Después, en el fin de semana, está como pez en el agua, se mueve con muchísima naturalidad. Con su experiencia y capacidad, la ayuda que le brinda desde la radio y los consejos conductivos a Matías no le implica una carga. El trabajo entre carrera y carrera es muy duro. Por ahí no se ve, pero es muy importante para llegar bien a las carreras.