Werner: del nene que corría con chupete, al campeón de TC
Mariano Werner comenzó a correr a los 4 años. “Para mí el automovilismo no era solo un objetivo, era mi sueño”, contó el nuevo rey del Turismo Carretera. La historia del nuevo referente de Ford.
Uno de los recuerdos que tiene Mariano Werner (31 años) de su primera infancia es cuando su papá José lo llamaba porque era hora de subirse al karting. Él, con apenas 4 años, se sacaba el chupete de la boca, se ponía el casco y salía a toda velocidad. Así, dio sus primeros pasos en el automovilismo el actual campeón del Turismo Carretera.
“De lo poco que me acuerdo de ese momento es lo del chupete. Tengo más recuerdos a los 6 años, pero flashes muy fugaces –le contó el entrerriano a SoloTC-. Lo más lindo que tenía esa época es que cuando nos bajábamos del karting nos íbamos a jugar con los otros chicos a la bolita o la escondida. Lástima que cuando uno crece eso se va perdiendo porque aparece la rivalidad”.
Esos pequeños momentos lo fueron forjando. Mariano se siente piloto desde siempre. Nunca quiso ser otra cosa. Por eso se tomó esta actividad muy en serio, incluso cuando la lógica indicaba que no tenía edad para eso. “Cuando era chico también era de planificar las carreras, estudiar el circuito donde iba correr, de chiquito siempre lo tomé profesionalmente. De hecho dejaba de ir a los cumpleaños con mis amigos para ir a correr”, contó.
Para él no había salidas a los boliches, tampoco hubo viaje de egresados a Bariloche. Sus amigos lo cargaban y le insistían con que deje la actividad. “Nunca vas a poder vivir de esto”, le aseguraban. Él los miraba en silencio, no les decía nada. “Pero interiormente tenía en claro que yo iba a llegar a ser piloto”, recordó.
Su hermano Gabriel, unos años mayor que él, fue su gran sostén. El responsable de que Mariano fuera abriendo caminos en un ámbito difícil y súper competitivo. “Para mí el automovilismo no solo era mi objetivo, ¡era mi sueño! De chico siempre decía que quería llegar a la Fórmula 1. Pero con el paso de los años te chocás con ciertas realidades y empezás a darte cuenta para que estás. Hoy te puedo decir que haber llegado al TC fue como haber llegado a la Fórmula 1”, aseguró.
Con varios títulos de karting zonal en el lomo, Werner pegó el salto a la Fórmula Renault en 2005 con 17 años. Logró el bicampeonato en 2006/2007. Era el tiempo de los autos con techo: en ’07 desembarcó en el TC2000, un año más tarde concretó su debut en el Turismo Carretera: fue el 6 de abril de 2008 en la 4ª fecha del torneo en Mar de Ajó con un Ford del Miceli Competición.
Un año más tarde se incorporó a la escudería de Omar Martínez, su coterráneo y uno de sus ídolos de chico. “Siempre me comparan con el Gurí, y no me molesta, al contrario. Pero yo no soy su heredero. Esté corriendo o no, él siempre va a ser el Gurí Martínez, y nadie va a ocupar su lugar”, opinó.
Bajo la estructura del máximo ídolo de Ford de las últimas décadas, Werner peleó su primer campeonato. Fue en el 2010. Llegó como líder de la Copa de Oro a la última fecha del campeonato pero no pudo ganar el minitorneo porque no consiguió la victoria que estipula el reglamento. Incluso en la tabla general sumó más puntos que el campeón Agustín Canapino (Chevrolet).
En 2012 armó su propia estructura llamada Gabriel Werner Competición en honor a su hermano fallecido en un accidente en 2007. En 2013 formó parte del Lincoln Sport Group. Con el equipo del escribano Hugo Cuervo volvió a pelear el título, aunque finalizó 2º detrás del campeón Diego Aventin (Ford). A partir del 2014 retornó a su propia estructura, que la sostuvo hasta el año pasado cuando arregló su incorporación al DTA Racing.
En el 2016 volvió a pelear el campeonato, en un mano a mano con Matías Rossi (Chevrolet) que terminó mal luego del polémico toque que protagonizaron en los últimos metros de la Final que finalmente consagró a Guillermo Ortelli (Chevrolet). Por esto, el entrerriano recibió una suspensión de 6 meses y una fuerte multa económica.
Tras el retiro de Omar Martínez en 2017, Mariano tomó la posta en la representación de la marca para los hinchas del Óvalo. Y en definitiva fue quien le devolvió la gloria a Ford después del último título que había conseguido el Gurí en la temporada 2015. Lo logró de la mano del Memo Corse, con un auto atendido técnicamente por Marcos Laborda y motorizado por Rody Agut.
Mariano tuvo un 2020 brillante. Porque logró una contundencia y regularidad nunca vista desde la creación de la Copa de Oro. Fue candidato a la victoria en casi todas las carreras, clasificó entre los 5 primeros durante 10 fechas (marcó 2 pole position), logró 3 victorias consecutivas, 6 podios y en 9 de las 11 carreras no se bajó del top5. Una efectividad que lo llevó a consagrarse campeón con 19,5 puntos de ventaja sobre su escolta Jonatan Castellano (Dodge).
Pasaron casi 28 años de aquel nene que paseaba por los kartódromos vestido de piloto con el chupete en la boca. Casi toda una vida dedicada a su máxima pasión. Esa que lo llevó a sobreponerse a todo para poder cumplir su sueño mayor: ser el nuevo campeón del Turismo Carretera.
Extracto de entrevista publicada en la edición Nº199 de la revista SoloTC.