Rienzi: primer ganador en el “óvalo” de Rafaela
Ángel Rienzi se impuso en la primera carrera que el Turismo Carretera disputó en el veloz circuito rafaelino. Fue en octubre de 1966 y el promedio de velocidad en la primera parte de la carrera superó los 190 km/h. El vencedor basó su éxito en las medidas de cubiertas que usó.
Ángel Rienzi quedó en la historia del mítico “óvalo” de Rafaela como el primer ganador del Turismo Carretera en el veloz trazado. Fue el 23 de octubre de 1966 a bordo de una cupé Ford con motor F-100, en la 32ª fecha de ese cuantioso torneo que tuvo 36 competencias.
Además de ser buen piloto, Rienzi era un observador. Un estudioso de los autos, de su mecánica y aquella victoria estuvo basada en su estrategia de usar cubiertas de distintas medidas en función del óvalo, algo que había aprendido en Estados Unidos.
“Aquel año, Rienzi -con un grupo de corredores argentinos invitados- presenciaba las 500 Millas de Indianápolis y reparaba en un detalle fundamental en materia de cubiertas. Un mejor equilibrio encontraban los coches que calzaban del lado de la cuerda una medida menor. El andar era más confortable y el consumo, insignificante. Todo esto lo puso en práctica en su Ford (…). Aquella cubierta pisaba 20cm; no se consumía nunca. En los curvones -recordaba Rienzi- todo el auto se apoyaba allí”, relata el libro Historia Deportiva del Automovilismo Argentino de La Nación.
En la clasificación del sábado, Jorge Cupeiro (Chevy II Súper) fue el más rápido con 1m26s8 a 191,798 km/h, entre los 25 autos que clasificaron en el flamante pavimento rafaelino, de 4624,46 metros de extensión. Fue seguido por Rienzi (Ford F-100), Carlos Pairetti (Chevrolet), Luis Di Palma (Dodge-Valiant), Carmelo Galbatto (Ford F-100), y Juan Manuel Bordeu (Chevrolet).
La carrera del domingo fue a 130 vueltas (601,180 km) y a velocidad extrema: el promedio en el primer cuarto de competencia superó los 190 km/h. Y el récord de vuelta lo marcó Jorge Cupeiro, en el 11° giro, con 1m26s2 a 193,132 km/h. Rienzi dominó desde el principio y Pairetti lo siguió de cerca hasta que tuvo que abandonar por rotura de válvula.
Mientras que Cupeiro, como muchos protagonistas entre los que no estaba Rienzi, sufrió la rotura de un neumático y tuvo que ir a boxes a hacer el cambio. En tanto que Bordeu volcó, pero sin consecuencias físicas para él y su acompañante. Félix Ricardo Peduzzi, con “El Cuadrado”, Hugo Gimeno (Dodge-Valiant) y Mario Tarducci (Chevrolet) pelearon por los otros escalones del podio. Rienzi, que calzó cubiertas 9.20 x 15 en el tren trasero, entró a boxes solo para recargar combustible, ya que no tuvo problemas con las gomas.
“Siempre hice autos de avanzada. Cuando todos pesaban 1.300 kilos, el mío tenía 1.030. Lo hacía todo a mano, utilizaba mucho aluminio, elementos de aeronáutica, y los caños eran todos de cromo molibdeno, usados en aviación para que sean más livianos. Traía muchos elementos de Estados Unidos. Tenía bomba de nafta eléctrica, doble circuito en la bomba de frenos, implementé el autoblocante, y fui el primero en traer el alternador al TC, hasta probé unas gomas más anchas que traje de Indianápolis”, contó Rienzi en una entrevista con SoloTC.
La de Rafaela fue la 5ª victoria de las 6 que logró en el TC en sus 185 presentaciones. Vio la bandera a cuadros en 111 carreras, un 60% de las competencias disputadas y obtuvo 12 segundos puestos. Dejó su huella como piloto y preparador. Falleció el 26 de febrero de 2009 a los 84 años de edad. Había nacido el 3 de agosto de 1924.